"Los negocios deben contribuir a hacer del mundo un lugar mejor para vivir”

Esta ha sido la premisa que ha guiado a Anita Roddic a lo largo de toda su trayectoria empresarial. Comprometida y solidaria dedicó la mayor parte de su vida laboral a encontrar nuevas maneras de hacer negocios y al menos los últimos doce años, a buscar la forma de que los negocios contribuyan a hacer del mundo un lugar mejor para vivir.

Emprendedora por necesidad, inauguró su primer The Body Shop en Brighton en 1976, en un momento en quel el hecho de que una mujer quisiera abrir un negocio era toda una rebelación contra el sistema. De hecho, tuvo que ver como el mismo banco que a ella le denegaba un prestamo se lo concedían a su marido (presentando exactamente las mismas garantías) cuando fue a solicitarlo. Y es que como ella misma comentaba en su biografía “En 1976, una mujer tenía más fácil conseguir un crédito para hacer reformas en su cocina que para poner en marcha un negocio prometedor”. La escasez de recursos le obligó a adoptar un estilo que más tarde se generalizaría en todas sus tiendas: envases sencillos, inversión publicitaria prácticamente nula, precios muy razonables, productos naturales, etiquetas escritas a mano informando de los componentes de cada producto, darse a conocer a base de campañas de publicidad basadas en acciones sociales... Y de esta forma alcanzó el éxito

Actualmente, la compañía que Anita Roddic creó, cuenta con más de 2.000 tiendas en 49 países. Recientemente la compañía francesa L'oreal de cosmética ha adquirido la totalidad de la enseña británica de productos de belleza, por un importe de 943 millones de euros. Sobre esta operación, Anita Roddick comentó que “el hecho de que L’Oreal se haya decidido a apoyar nuestros valores y sentirse interesado por ellos es verdaderamente representativo”.

Una de sus apuestas de mayor éxito ha sido el comercio solidario con el Tercer Mundo a través del programa Trade, not Aid, conocido como Ayudar comerciando. En vez de financiar programas de caridad, The Body Shop ha establecido vínculos con comunidades desfavorecidas para comprar a precio justo sus productos naturales, sean materias primas como la manteca de Karité de Ghana o el sisal de las esponjas de baño, contribuyendo al desarrollo económico de estas zonas.

Esta luchadora incansable murio el pasado lunes, pero puede estar segura de que su legado al mundo la sobrevivirá.